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5 de julio de 2011

Los viajes en el tiempo


Los viajes en el tiempo en la ciencia y en la ciencia ficción
por Claudio H. Sánchez
Los viajes en el tiempo y los viajes espaciales son la base argumental de muchos cuentos, novelas y películas de ciencia ficción. Pero mientras los viajes espaciales son una realidad desde hace muchos años (aunque en una escala relativamente modesta) los viajes en el tiempo todavía pertenecen al terreno de la fantasía.
Los viajes en el tiempo en la ciencia
Desde el punto de vista científico, no parece haber nada que impida concebir los viajes temporales. En particular, un viaje al pasado no contradice las leyes físicas fundamentales como el principio de conservación de la energía o el segundo principio de la termodinámica.
Esto es menos sorprendente de lo que parece. Es una consecuencia de que las leyes físicas son simétricas respecto del tiempo: todo lo que sucede hacia delante en el tiempo, puede suceder también hacia atrás.
Por ejemplo, supongamos que filmamos una salida de sol y que luego pasamos la película al revés. Quienes observen esta proyección creerán estar viendo una puesta de sol. Los movimientos planetarios son simétricos respecto del tiempo.
¿Pero qué pasaría si en la película apareciera una caída de agua? Al pasarla al revés, el agua se vería subir, lo que revelaría el truco. Pero no. Aunque contradiga nuestra experiencia, el agua sí puede fluir hacia arriba, sin contradecir las leyes físicas. Es un fenómeno muy improbable, pero no imposible. Y lo mismo puede decirse de otros fenómenos que parecen distinguir entre pasado y futuro.
La máquina del tiempo
¿Si el viaje en el tiempo es teóricamente posible, cómo sería una máquina del tiempo? Hay muchas teorías al respecto, pero todas coinciden que sería necesaria una alta concentración de materia o energía. Como la que hay en los agujeros negros.
Reducida a su mínima expresión, una máquina del tiempo podría consistir en un agujero negro con entrada y salida. Bajo ciertas condiciones, una partícula podría entrar en este agujero y salir antes de entrar, viajando a su propio pasado.
Paradojas
Supongamos que se construye una máquina así y que realizamos la experiencia con una partícula. Supongamos también que la partícula, al salir en el pasado, choca consigo misma e impide su entrada en el agujero. Si la partícula no pudo entrar ¿cómo es posible que haya salido para impedir esa entrada?
Esta es, reducida a la física de partículas, la paradoja de modificación del pasado que aparece en la mayoría de los relatos de viajes al pasado. Así como, en Volver al futuro, Marty McFly retrocede treinta años e interfiere en el noviazgo de sus padres (poniendo en peligro su propia existencia), la partícula interfiere consigo misma, impidiendo su entrada.
Pero el problema plantea muchas otras paradojas. Decimos que la partícula se encuentra consigo misma. ¿Se trata de la misma partícula? ¿O tenemos que hablar de dos instancias de una misma partícula? ¿Qué pasa cuando lo que viaja no es una partícula sino una persona? En Volver al futuro II, el Profesor tiene un breve diálogo consigo mismo mientras prepara el pararrayos para el desenlace de la película anterior. Podemos pensar que, años después, el profesor recordará ese encuentro. Pero ese profesor de años después es el mismo que está dialogando con su "instancia" de 1955. ¿Lo recuerda ya en ese momento? ¿Cuándo y en qué instancia se incorpora ese recuerdo a la mente del profesor?
Umberto Eco hace un planteo parecido. Supongamos que un viaje en el tiempo está contado en primera persona por el protagonista y que éste se encuentra consigo mismo en el pasado. ¿Cuál de las dos instancias del protagonista debe ser el narrador de ese encuentro? ¿Y cómo se justifica la elección?
Es difícil entender cómo un viaje en el tiempo puede ser físicamente posible y, sin embargo, conducir a paradojas irresolubles. Los físicos no están seguros de cómo se resuelve esto. Suponen que debe haber algún principio físico, aún desconocido, que impida el viaje. Stephen Hawking especula sobre una "conjetura de protección de la cronología" que preserve las relaciones causales entre pasado y futuro, impidiendo las paradojas.
Hawking dice también que una buena razón para dudar de que el viaje al pasado sea realidad alguna vez es que nadie ha venido desde el futuro a visitarnos.
El problema principal
Hasta donde sabemos, el tiempo no es como una serie de habitaciones que podemos visitar una y otra vez, en el orden en que queramos. Lo pasado, pisado. Si aceptamos esto, el viaje al pasado es imposible de concebir. No por una limitación técnica ni por las paradojas a las que podría conducir. El viaje en el tiempo es imposible porque no hay nada por donde viajar. No podemos volver al pasado porque ese pasado no está en ninguna parte.
El viaje en el tiempo según H. G. Wells: La máquina del tiempo
La idea de que el tiempo es un camino que se puede recorrer hacia delante o hacia atrás es la base de la máquina del tiempo de H. G. Wells en su novela del mismo nombre. Para el protagonista, el tiempo es una dimensión más, como el largo, el ancho o la altura.
Esta idea está en la teoría de la relatividad, donde el tiempo aparece en las ecuaciones como una coordenada más del espacio. Pero esto es sólo un tratamiento matemático que no necesariamente implica que sea posible viajar en el tiempo. Al menos, como se plantea en las historias de ciencia ficción.
Curiosamente, La máquina del tiempo fue escrita a fines del siglo XIX y publicada en forma de libro en 1895, diez años antes que la teoría de la relatividad.
De todas formas, el viaje principal de la novela de Wells es miles de años hacia el futuro, lo que evita las paradojas.
El viaje en el tiempo según Ray Bradbury: "El sonido del trueno"
Los casos como el de Marty McFly interfiriendo en el noviazgo de sus padres son la forma más directa de plantear la paradoja de modificación del pasado. Pero los problemas pueden ser más complejos. Tal vez, la mera presencia del viajero en el tiempo modifica el pasado produciendo, a su vez, cambios en el futuro que impiden la existencia del propio viajero. Es como lo que los meteorólogos llaman efecto mariposa: una mariposa que levanta vuelo en un bosque de Europa puede desencadenar una serie de cambios capaces de producir una inundación en el Amazonas.
Esto mismo es lo que plantea Ray Bradbury en su cuento "El sonido del trueno". Trata de una empresa que organiza safaris a la prehistoria. Se les advierte a los viajeros que no deben tocar nada. La mínima alteración, propagada a lo largo de millones de años, puede producir cambios impredecibles en el futuro. Y eso es lo que pasa: uno de los viajeros mata una mariposa y, al regresar a su tiempo, encuentra el mundo cambiado. Efecto mariposa, justamente.
El viaje en el tiempo según Los Simpsons
La idea de un presente que cambia por la muerte de una mariposa prehistórica es satirizada (como tantas otras) en un capítulo de Los Simpsons. Tratando de arreglar una tostadora, Homero inventa una máquina del tiempo que lo lleva a la prehistoria. A pesar del consejo de su padre ("Si alguna vez llegas a viajar al pasado, no toques nada"), Homero no puede evitar matar una mariposa (y luego un dinosaurio, y un mamut, y una flor, y toda la fauna prehistórica) cambiando cada vez más el mundo de su presente.
El viaje en el tiempo según Irwin Allen: El túnel del tiempo
El consejo del abuelo Simpson es sistemáticamente ignorado por los protagonistas de El túnel del tiempo, que en toda la serie no hacen otra cosa que tratar de cambiar el pasado. Ya en el primer capítulo tratan de evitar el naufragio del Titanic. Luego tratan de evitar la histeria colectiva durante la visita del cometa Halley en 1910, la muerte del general Custer a manos de los indios, de salvar de la destrucción a los habitantes de Krakatoa. Y fracasan en todos los casos, claro.
En otro de los capítulos de la serie, el general a cargo del proyecto le dice al mago Merlín: ciertas cosas están escritas en las páginas de la historia y es mi deber cuidar que nada cambie. No parece.
El viaje en el tiempo según Alfred Bester: "Los hombres que mataron a Mahoma"
En "Los hombres que mataron a Mahoma", de Alfred Bester, el protagonista descubre que su esposa lo engaña. Entonces viaja al pasado y mata al abuelo de ella, para hacer imposible su nacimiento. Al volver al tiempo presente, sin embargo, su mujer sigue viva y acostada con su mejor amigo. Pensando en una tradición familiar de infidelidades, vuelve al pasado y mata a la abuela. Pero eso tampoco hace desaparecer a la mujer del presente.
En un primer momento, el protagonista concluye que el efecto mariposa no existe: que la trama del tiempo es muy rígida y que los cambios en el pasado no se multiplican sino que se anulan con los años. Entonces decide hacer cambios más importantes, que incluyen el asesinato que da título al cuento. Pero el presente sigue invariable.
Finalmente, nos enteramos de la verdad: cada momento presente tiene su propia línea de tiempo. Y cada vez que modificamos algo del pasado se crea una nueva línea de tiempo. Este es un recurso habitual en este tipo de relatos. Es mencionado, aunque no explicado en detalle, en Volver al futuro II.
El viaje en el tiempo según Isaac Asimov: El fin de la eternidad
Aunque las paradojas del efecto mariposa complican la coherencia de un relato sobre viajes en el tiempo, Isaac Asimov se apropia de él en El fin de la eternidad. En esta novela el efecto mariposa es una herramienta de control político. Unos individuos (los "eternos") viajan libremente a través del tiempo provocando pequeños cambios que, por efecto mariposa, producen cambios importantes y deseables en el futuro. Por ejemplo, calculan que entornando una puerta en el siglo XXV se evita una hambruna en el XXX. O que cambiando de lugar un objeto en el 1500 se evita una dictadura dos mil años después.
Estos cambios se llaman cambio mínimo necesario (cmn) y se calculan con computadoras. Un obsesivo podría preguntarse cómo hacen los eternos para producir el cmn y sólo ese. Cómo evitan que su sola presencia desencadene otros cambios no deseables en el futuro. El autor menciona el tema y trata de mezclarlo con la trama pero deja muchas lagunas.
Una interpretación física
Supongamos que hay un libro parado sobre un estante. En un momento alguien pasa y lo hace caer. Entonces lo levanta del suelo y lo vuelve a poner en su lugar. Es decir, restituye el libro al estado en que se encontraba antes de caer. Desde un punto de vista físico, un viaje al pasado puede ser algo tan simple como esto: volver a un estado anterior, revirtiendo todas las transformaciones que hayan tenido lugar en el ínterin.
El ejemplo del libro no es perfecto. Cuando se cae, no solamente cambia su posición. Puede ser que se estropee su encuadernación, que se machuque un poco. Además, mientras el tiempo pasa, las transformaciones químicas que hacen envejecer el papel siguen su marcha. Pero, igualmente, podemos imaginar una reversión completa. Un proceso que haga retroceder todas las transformaciones que hubiera sufrido el libro desde antes de caer. Sería un auténtico viaje al pasado.
El viaje en el tiempo según Fredric Brown: "Juego de espejos"
Fredric Brown es autor de varios relatos sobre viajes en el tiempo. Uno de ellos es muy corto y simétrico: en el centro exacto del cuento el protagonista acciona la máquina del tiempo. La segunda mitad del relato tiene las mismas palabras que la primera, pero en orden inverso. Y la última palabra es también la que le da título al cuento: "Fin".
En otro cuento ("El experimento"), el intento de poner a prueba la paradoja conduce a la desaparición del universo.
Estos cuentos son divertidos e ingeniosos pero no aportan mucho a la discusión sobre si los viajes son posibles o no o sobre sus consecuencias. Hay que leerlos con fe poética. No son tratados de física.
Pero Brown también es el autor de un relato notable, "Juego de espejos", donde se usa el concepto de reversión de transformaciones para viajar en el tiempo. Y sin paradojas.
La acción transcurre en el año 2004. El profesor Norman Hastings, de setenta y cinco años de edad, ha creado una "máquina del tiempo" capaz de hacer retroceder todas las transformaciones (físicas, químicas y de cualquier otro tipo) que haya sufrido un objeto cualquiera en un intervalo de tiempo determinado. Pone en la máquina una herramienta vieja y oxidada y la saca nueva y reluciente. Más que una máquina del tiempo es una máquina rejuvenecedora.
La máquina también funciona con los seres vivos. Y Norman decide probarla consigo mismo. Ajusta los controles para retroceder cincuenta años. Cuando sale, es un joven de veinticinco.
Pero no solamente rejuvenece su cuerpo. También rejuvenece su mente y eso incluye a su memoria. De modo que el proceso elimina todos los recuerdos acumulados por Norman durante cincuenta años. Su recuerdo más reciente es haber estado tomando sol con su novia en 1954. De repente, se encuentra en el año 2004. Desde el punto de vista práctico, Norman ha viajado cincuenta años hacia el futuro.
Este viaje no produce ninguna de las paradojas habituales. El Norman joven no se encuentra con el Norman viejo. No hay dudas acerca de quién es el "verdadero" Norman porque solamente hay un Norman.
¿Será éste el verdadero viaje temporal del que hablan las teorías? El tiempo lo dirá.
© Claudio H. Sánchez fisicamente.freeservers.com fisicamente.8m.com
Extraído de:
http://axxon.com.ar/rev/146/c-146Ensayo.htm

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